Algunas veces hemos escuchado, metafóricamente hablando, que todos tenemos un vaso espiritual, con el cual llegamos al cielo y lo vamos llenando, a lo largo de la vida, con nuestro conocimiento sobre Dios. Y sólo nos damos cuenta, después de vencido el tiempo terrenal, de su existencia al final del camino. Sin embargo, por ser un vaso espiritual éste no tiene límites de capacidad, tamaño o forma, si no que, en mi opinión, es delimitado en capacidad por nuestra fe, en tamaño por nuestra esperanza y en la forma por el camino que elijas en la búsqueda de Dios uno y Trino. Entonces cómo será nuestro vaso?
Aunque algunos lleguen a pensar que sería bueno conocer la existencia o qué compone el vaso espiritual, considero que es ideal que el mismo solo sea conocido al final de la vida de cada persona, ya que este solo se enriquece y fortalece a partir de las experiencias adquiridas por el ser humano en su paso por el mundo, de acuerdo a sus capacidades y el nivel de razonamiento que posee respecto de su lugar en el universo y la necesidad que tiene de encontrarse con Dios.
ResponderBorrarSolo se llena con el CONOCIMIENTO de Dios o por las acciones hechas?
ResponderBorrarEntonces cómo será nuestro vaso?, Será de acuerdo a lo que cada quien considere como buenas acciones para el próximo.
ResponderBorrar